18/09/2006

PERO ANTES...


Querido Gustavo,

Como sabrás lo terrible del tiempo cuando se mide con golpes de cincel griego, y la hermosa soledad que se saborea con un poco de silencio; vuelvo a escribir palabras que no encajan en nuestros proyectos por pertenecer a la "retórica" de la cual padezco.

Te escribo para acercarme, para acercarte, para recordarnos, para también causarte una herida luminosa en el espíritu.
Gracias por la herencia, he de dejarte tres bocanadas de quietud que tanto nos salvan y curan, además la sonrisa de siempre.

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