Vuelve el tema de los albergues, la administración del departamento no tiene datos exactos de cuantas personas están ahora reubicadas, pero son muy pocas con respecto a la población que debería estar resguardada.
Ahora bien, nuestro medios locales se han unido en una cadena de solidaridad donde intentan mantener a la población informada y colaborar de este modo a la labor de los organismos de emergencia, sin embargo locuciones cómo: "no esta confirmado pero varios incendios en "algùn lugar" de las faldas del Galeras están creciendo" (nota de Winston Viracacha pava en Caracol radio y luego en el canal local CNC), no informan lo importante, no mantienen la calma y no educan a los ciudadanos para asumir una posible emergencia.
Vuelvo a preguntarme sobre los imaginarios que debemos trabajar, por ejemplo, en nuestro comité temático local Gloria Rivas (profesora de la universidad de Nariño – sociología) decía la importancia de abordar el tema del Galeras desde la perspectiva de la cultura del riesgo de tal modo que la convivencia con el volcán sea un trabajo permanente y no solo visto desde la suceso farandulero que puede ser la explosión y la catástrofe.
Lo triste de esta situación es que hace tres meses fuimos invitados (Radios ciudadanas) a un simposio del Galeras en donde – salvo algunas grandiosas excepciones que terminaron por pasar al olvido – todas las propuestas eran encaminadas a lo asistencial, a vivir en la tragedia de la desaparición y muerte de ciudadanos, a mirar a los municipios desde ya como campos santos.
Provocar la reinvención de imaginarios incluso en estas circunstancias es también nuestra tarea comunitaria de tal modo que los ciudadanos desde la comunicación movilicen sus recurso para asumir serena y metódicamente estas situaciones. Muy diferente sería el panorama de los albergues si años atrás todos y todas asumiéramos que la convivencia con la naturaleza (en este caso nuestro querido volcán) es también la certeza de que ella merece tener sus propios ciclos de vida y por lo tanto convivir es también asumir responsablemente esos cambios.
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