

Llueve aún ahora que el descanzo es semejante al vuelo, que la escritura es semejante a la ventana, que el amor es semejante a la divinidad y que la gracia es semejante al destino.


¡Lluvia, vete pero no me dejes!
Publicadas por
Mario Fernando Mora U.
a la/s
6:55 p. m.
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