4/03/2008

Amanecer en el valle del Zinú - ¿Nariño?



En el otro lado, RAúl Gomez Jattin durmió acaso dos o tres sueños tranquilos; lo demás la parecer fue pesadilla, incluso con los párpados despiertos. Allá, en las calles de Cartagena que fueron su cama, comedor, laberinto para las alucinaciones, asiento del desperdicio de literatura por cinco pesos, de la carrera persiguiendo algo de comida, de la casa para la homosexualidad, del latín para insultar al padre, Raúl Gomez Jattin vivió los ochenta convertido en un marihuano conocido y otros tipos desastrosos, convertido en el escritor maravilloso en las pocas horas de coherencia.

En este, el sur, los campesinos, los nuevos habitantes de un mundo que vio arder Raúl. Lejos del Mar. Así que no soñamos con Ítaca si no con Roma - Amor, Ramo, Mar o... - llegó un barco cargado de tu descendencia Raúl y por un tiempo esa cárcel es también nuestra, pero también el vuelo; llegó el prototipo inexacto de un poeta que nunca buscaste y que solo puede dejarse a Dios que no sabe de coincidencias

No hay comentarios.: