Acaban de decirme que al revisar el blog han notado que ya no discuto o hago "artículos" sobre la actualidad Colombiana: un dicho que no cala cuando se habla de una crisis política, etc. Actualidad es un poco referirse a lo moderno, pero sabemos bien que nada tiene de moderna la distancia entre el estado y la ciudadanía, a sabiendas que lo uno y lo otro, deberían ser lo mismo.Debes ser, que prefiero discutir esos temas como el que usted propuso para que sea parte del blog, en pocos minutos y casi siempre refiriéndome en cómo acercar esas debilidades para hacerlas evidentes (y que hagan) en el trabajo que realizo en el Fondo Mixto; es decir, discuto temas de ese tipo en mi sola casa, con mis pocos amigos que hablan de eso - la mayoría atienden muy poco a los noticieros, no por desactualizados, solo por que se actualizan en otras cosas que juzgan mejores -, y con ellos que son mi familia pensamos, "nos rompemos el coco como dijo ayer Gustavo", en como cada acción del Fondo y de los procesos del Fondo, sirvan para que los ciudadanos puedan enfrentar ese tipo de relatos como la muerte de los niños del Chocó y mas aún, como hacemos para que la comunicación permita que no se tengan ese tipo de relatos.
Sin embargo, como pesa la necesidad de algunas aclaraciones, fíjese que este tipo de acontecimientos solo se presentan cuando aquello que es público se maneja con cercas y límites, entre oficinas; y los ciudadanos, primero, no hacen parte de la institución o no la configuran, y segundo, siguen asumiéndose como los beneficiarios (favorecidos, agraciados, iluminados) del estado no como los contribuyentes del mismo, cosa que generaría el fortalecimiento de la institución en su labor, en el conocimiento de la realidad ya que en mano de los ciudadanos (digo todos) el mensaje es mas claro y acude a las miradas posibles, se hace realmente evidente.
El interés de la institucionalidad tal como usted la ve, es instrumentalizar el servicio del estado: llene esta hoja con sus datos, en este formato consigne sus enfermedades diarias, en esta el peso, en esta sus quejas y reclamos, en esta - que será olvidada - sus propuestas. Entonces si el ciudadano se asumiera, como desde la comunicación sistémica se intenta ver, un constructor de las instituciones de su estado, un constructor del mensaje que las guía, sumirá de mejor manera sus derechos y deberes y podrá exigir con juicio y sobre todo con el mismo nivel de información que los directivos y personal que trabaja para el ciudadano. Por otra parte si se logra que las instituciones asuman que cada habitante del municipio donde operan es un interlocutor, es el primer paso para que quienes trabajan en ellas entiendan que también son ciudadanos, ya que al parecer cuando asumen un cargo público - no pretendo generalizar - devuelven la cédula o la coherencia con nuestro único estado natural: habitar el mundo como persona.
Como costumbre de la "actualidad" colombiana, quisiera responderle con una pregunta: si usted está enterada de las circunstancias que enfrentan esos niños del Chocó - digo los que ahora viven - no está demás mi opinión?; si no dígame, ¿quien va a hablar de las circunstancias que rodean a un grupo de campesinos, líderes comunitarios, ciudadanos Nariñenses, que se están dedicando a hacer comunicación?
Recuerdo que a jhonathan Swift le preguntaron en su época, su opinión acerca del crecimiento demográfico en su país, el respondió, por supuesto con una de sus acostumbradas ironías:
(este es un estracto de "una modesta proposición" escrita en 1792)
"Por mi parte, habiendo volcado mis pensamientos durante muchos años sobre este importante asunto, y sopesado maduradamente los diversos planes de otros proyectistas, siempre los he encontrado groseramente equivocados en su cálculo. Es cierto que un niño recién nacido puede ser mantenido durante un año solar por la leche materna y poco alimento más; a lo sumo por un valor no mayor de dos chelines o su equivalente en mendrugos, que la madre puede conseguir ciertamente mediante su legítima ocupación de mendigar. Y es exactamente al año de edad que yo propongo que nos ocupemos de ellos de manera tal que en lugar de constituir una carga para sus padres o la parroquia, o de carecer de comida y vestido por el resto de sus vidas, contribuirán por el contrario a la alimentación, y en parte a la vestimenta, de muchos miles."
NUNCA MAS LE VOLVIERON A PREGUNTAR ALGO SEMEJANTE.
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