Pidió que lo deje con el réquiem de Mozart, y luego quedo abstraído por la música hasta el punto de no poder contestarme una sola de mis preguntas. Desistí rápidamente en buscar su voz y pensé en dejarlo solo, trabajando en el informe final de Radios Ciudadanas. No recuerdo si fue entonces cuando volvió la sensación de alegría que me produce siempre Carlos Andrés Benavides, pero seguramente no fue la única vez que la sentí.
Para el caso de Puerres, municipio del sur de Nariño que inició hace menos de siete meses el proceso de Radios Ciudadanas: espacios para la democracia, la comunidad es siempre generosa. Debe ser también que cada cosa cuando se la hace con cariño trae consigo las condiciones para prosperar. Así se conformó el colectivo del proceso: Gladys, investigadora, reportero, y Carlos Andrés Benavides, como coordinador; tiempo después habían conformado su comité temático local con más de 25 organizaciones sociales distintas – con la ausencia de la administración municipal – y programado mas de cuatro meses de la franja, en un ejercicio comprometido de cada integrante del comité frente a la realización de los programas.
La primera vez que llegué a Puerres por el proyecto fue para reunirme con el comité temático local, e iniciar con ellos un proceso de producción en Radio desde la comprensión del modelo comunicativo que persigue el Fondo Mixto de Cultura de Nariño, y fue conmovedor ver a un colectivo dispuesto y lleno de gracia cuyas acciones traían además de calma, una respuesta de la comunidad que no se podía creer con respecto a otros municipios que iniciaban el proceso. Andrés me conto para darme la primera alegría que la convocatoria fue hecha casi puerta a puerta, no por el compromiso que sentían con el proyecto y sus indicadores si no con la comunidad, alcanzó a decir – lo que alcanza a rescatar mi memoria – que el va a lograr que la franja logre cambiar la idea que se tiene sobre el diálogo y la concertación. Tiempo después el secretario de gobierno me comentaba el interés de la administración en el proceso, de la misma manera el interés en apoyar a la emisora comunitaria.
Lo había dejado con el réquiem de Mozart solo por el gusto de saber que Andrés es un apasionado, como director de la banda del municipio, ganadora de premios nacionales, profesor de la escuela de música que va, entre música ecuatoriana, atando a Bach o a nuestro Mozart, y ganando espacio; asì de apasionado lo conozco y desde esa pasión ha sabido orientar al colectivo de Radios Ciudadanas hacia un trabajo no solo de participación si no de garantizar la sostenibilidad
Vuelven los recuerdos.
Llamó una tarde a pedirme un favor: “Mario, ¿será que me ayuda en una cosita?”. La cosita que necesitaba tenía que ver con un proyecto que había presentado a Ecopetrol y que estaba listo para ser aprobado, únicamente debíamos enviarle una copia del resumen ejecutivo del proyecto y el convenio con la emisora. Recuerdo que habló con su tono calmado, con los dejos de haber vivido en el valle del Cauca algunos años, con cierta modestia que nunca me ha incomodado por sentirla sincera y me contaba ese logro como algo que sucediera diariamente, sin pretensiones, y de nuevo, sonreí porque confío en su pasión.
Es curioso cómo se atan los hilos, que son de todas formas afectos, y no es curioso que yo sienta un gran afecto por el proceso de Puerres, por Andrés y el colectivo; sobre todo porque lo miré sentado, atónito, escribiendo el informe, contando sin pretensiones lo que el proceso ha avanzado en este mes, escuchando el réquiem, sintiendo el réquiem, y con la promesa que me hizo un día en que lo invitaron a compartir el proceso “los de Ecopetrol”, en Tumaco: “tranquilo Mario que seguro vamos a conseguir otro proyecto, ya lo tengo craneado”.
No recuerdo bien si al salir de ese cuarto volví a sentir la alegría de siempre.
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