10/11/2005

Regreso a Pasto


La llegada a Pasto está siempre contaminada por tantos malos alientos y percances como puedan imaginarse. A las siete de la mañana del domingo 30 de octubre Gustavo Montenegro y yo esperábamos el avión que nos traería de vuelta. uno no se imagina que en una ciudad tan grande las coincidencias hagan del espacio algo realmente efímero; nos encontramos a mis primos y tía que era compañera de vuelo, a una de mis profesoras de la época de universidad, a unas tres caras rescatadas de la oscuridad de la memoria, en fin, solos no estábamos cuando nos anunciaban que "el vuelo se retrazaría por cosas de visibilidad en el aeropuerto nacional Antonio Nariño" y luego "permanezcan en sus asientos para el nuevo informe"

Quien haya pasado por la misma situación sabrá que vagar en una sala de espera es semejante a condenarlo a caminar en un laberinto de olvido donde un solo pasillo blanco tiene algunas sombras, o rostros, que desaparecen acrecentando la sensación de encierro. Mi tía inició una de sus conversaciones con otra mujer que ostentaba su misma edad, Gustavo miraba a la pista con una mirada llena de violencia, parecía querer encontrar un camino a las montañas y vientos del sur (mismos que no permitian que el avión despegase ) yo, aproveché a mi profesora de universidad para acompañarme de las noticias de la facultad de psicología de la Universidad de Nariño.

obviamente tuve que ponerla al tanto de los últimos tiempos que me trajeron a Radios Ciudadanas, y que durante cinco meses llenaron de tal forma mi vida que cederé algo mas de esta hambre al proceso.

Cuando Gustavo aprovechó el ultimo informe de la aerolínea para acercarse a hablar con nosotros yo le había contado a Elizabeth Ojeda - mi profesora - que en Bogotá nos reunimos las personas que hacemos parte del proyecto de Radios Ciudadanas en toda Colombia - aproximadamente 80 personas entre coordinadores nacionales, coordinadores regionales y coordinadores locales, para evaluar la primera fase del proyecto y hacer propuestas para la segunda fase (2006 - 2010); le había contado a mi profesora que pudimos darnos cuenta de cómo avanza el proyecto en otros sitios de nuestro país de países y de cómo Nariño fue gratamente evaluado al ser considerado un equipo organizado y con claridad en las propuestas. debo confesarles lectores, que olvidé contarle que en nuestro encuentro regional también identificamos algunas debilidades de nuestro equipo que deben mejorarse, pero no esta demás un rato de vuelcos al espejo.

Las primeras jornadas se dedicaron a evaluar los aspectos administrativos, las segundas los de impacto en lo publico de nuestros proyectos locales para saber cómo hemos respondido al objetivo general del proyecto, luego hubo una tercera jornada que se la dejo a Gustavo para que nos comparta la mirada de los evaluadores externos del proyecto, y la final consistió como ya dije en construir juntos el proyecto que se presentará para sustentar el trabajo de Radios Ciudadanas de aquí a cinco años.

Para cuando estaba contando todo esto y todo aquello jugando una partida de ajedrez hablado con Elizabeth que movía muy bien sus torres y alfiles contándome los pormenores del trabajo investigativo de la facultad de Sicología y las jornadas psicológicas, y yo me enrrocaba aumentando información acerca de las mesas de trabajo que se formaron en el encuentro (nosotros trabajamos junto a Putumayo, Caquetá y Antioquia), cuando habíamos los dos construido toda una manera de jugar y concluíamos en unas tablas fenomenales, Gustavo Montenegro, incasable estatua observadora bajaba la guardia y entró a jugar esta vez un nuevo juego que vaya uno a saber cómo nombrarlo; pero lo cierto es que el y yo lanzábamos ráfagas de satisfacción cuando Elizabeth preguntaba mas y mas sobre el proceso de construcción del proyecto. Ahora recuerdo que Tatiana Duplat dijo que ya no era un proyecto por que estaba firmemente consolidado, así que le diremos el proceso.

Déjenme contarles algo importante de mi vida como realizador radial; cuando inicié estos caminos de la radio como oyente tenía las mismas concepciones de ella que puede tener cualquiera de nuestros ciudadanos; es decir, que las emisoras son de mero entretenimiento donde cuatro horas pueden lanzarse al fuego eterno de la mano del hit del día. El primer día que entré en una emisora como realizador observé una radio, digamos, incompleta: estaba solo en una cabina donde seguramente podían estar muchas personas aprovechando como yo un espacio para la palabra.

Elizabeth Ojeda, fue mi profesora de investigación comunitaria y durante las entradas y salidas por la epistemología del psicólogo comunitario – mientras la literatura se apoderaba de mi vida – aprendí también que todo proceso humano pretende facilitar la comprensión de las formas por las cuales estos cuerpos nuestros y sus mentes pasan los días aferrándose a un “modo de vivir”. Lo mismo sucede tanto individual como colectivamente.

Cuando junto a Gustavo le contamos a Elizabeth que nuestra propuesta es que la investigación comunitaria sea el pilar fundamental del ejercicio radial, es decir, que a través de la radio iniciemos un recorrido comunitario para reconocernos como ciudadanos, identificando espacios, canales de comunicación alternos, respondiendo al movimiento propio de nuestro municipio, de tal forma que dentro de estos cinco años de Radios Ciudadanas, en otra de nuestras tantas miradas observemos una cabina radial llena de personas que entendieron en el ejercicio radial una alternativa para la construcción ciudadana, ella (Elizabeth) resolvió gracias a una llamita de entusiasmo buscar vincular el programa de psicología al trabajo que estamos realizando.

Que pasó luego? El aeropuerto de Pasto no se abrió hasta la 1: 30 de la tarde, mi tía no terminaba su charla, Elizabeth alcanzó a reconocer a una amiga y Gustavo y yo hablamos de los retos que tiene Radios Ciudadanas y el equipo del Fondo Mixto de Cultura para lograr que las personas que buscan nuevos espacios para hablar reconozcan este proceso como un espacio importante para enseñar y aprender a ser comunidad (objetivo de la investigación).

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi llegada a pasto procedente de charles de world con escala en milan miro varias razas indios, pakistanis, musulmanes, marruecos,
y por supusto latino americanos, en madrid en atocha observo varios latinos , con negocios callejero en puestos de revistas, restaurantes ecuatorianos y colombianos, tomo viaje al dorado, llego a 115 en un bar junto de andinos pido: un galeras o una guayusa, ni saven de lo que les hablo, luego en vista de eso pido
jamon curado una tapa con un rivero del duero, no saben en conclusion : no see si estoy en europa o en colombia.
luego me preguntan de donde es usted yo les digie ps de pasto y eso novivo en marsella francia, soy pintor de brocha fina, y estoy aqui despues de 12 años de intrigas y olvido.
pues los politicos de hoy me an obligado a salir, luego pedi una guañena no sabian entonces, chapchoski, no tome vino hasta quedar borracho, al otro dia llege a pasto al antonio nariño y festeje con chicha, cuy en catambuco al son de la guneña.
con mi ruana, y asadon bailando hasta el amanecer.